Acuname, Madre Luna,
y fecundame en tu vientre,
para que de mi pensamiento salgan volutas de humo
y se dispersen por cada rincon de la tierra.
Que tu haz de luz logre darle brillo a este cuerpo en tinieblas
para lograr disipar,
de una vez por todas,
esos vestigios de oscuridad.
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